LEONORA VICUÑA NAVARRO
(1952)
(chilena)
.
PUERTO PERAL REVISITADO
A mis abuelos Fortunato y Guillermina
1
Todos los días son buenos para morir
Cuando llueve
Y se empañan los anteojos del abuelo
A quien nunca conocí
Sobre el aparador del comedor de diario.
Un repentino rayo de sol
Y vuelven a llenarse de trigo los graneros.
Y los vapores vuelven a serpentear el río Imperial.
Y el muelle del desaparecido puerto se llena de viajeros...
Como en la infancia
Las ilusiones del jardín florecen
Y las grosellas maduran bajo los tilos cargados.
Cruzan bandurrias y patos silvestres con cantos salvajes
Bajo arcoíris dibujados por el sol y la lluvia.
Se oyen murmullos de alegres pescadores
Que recogen las redes cargadas de peces.
En el rescoldo tibio del fogón
Duermen las tortillas de los jornaleros.
Las mujeres preparan trapi, muday, jugo de maqui
Y en el patio los niños bailan tchoike
Hacen rondas, pequeños juegos...
2
Ahora llueve.
El cielo plomo pesa sobre el muelle destartalado.
No hay peces en el río.
Y los vapores legendarios quizás nunca existieron.
Un musgo amarillento cubre los graneros desvencijados.
El moho, el liquen, la zarza, se enmarañan a los cercos
Que ya nada cuidan ni protegen.
Allí,
Sentada en la eterna mecedora
de la casa abandonada desde años
La abuela teje serena,
Ajena al tiempo.
Se mece dulcemente y sonríe...
Todos los días son buenos para morir
- dice -
Y desaparece
Bajo la lluvia inesperada del verano.
jueves, 28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
MARÍA URZÚA
MARÍA URZÚA
1915 -
(chilena)
LLAMADO DE LA MATERIA
I
Y las cosas tan cerca de mi cinco sentidos
que al tocarlas, su entrega de mieses sometidas
ahonda el aire que recorren mis arterias.
Tan cerca que me ciega su alegrá sencilla,
su dorado silencio, su vigor esencial.
El llamado imperioso de sus voces
se atraviesa en los pasos secretos de mi sangre,
y en doble marejada vienen ondas
de armonía y silencio, de misterio y de luz.
Y todo está presente bajo un azul de estrellas,
liberado de amarras y de escollos,
vibrando su materia en terrestre cadencia
que determinan, con un sonido grave, sus c ampanas.
Yyo leo la hkierba en la pradera,
que purifica y limpia con su nueva inocencia
y el parpadeo de los barcos en los muelles,
y el rocío, perlando una rosa de nácar,
y las alas que ascienden, seguras de sí mismas,
del símbolo al espacio.
II
Y las cosas se envuelven en su propio volumen,
su color y su aire, su rumor y su luz.
Se aislan y penetran en su propio destino,
desde el borde hacia el centro.
Huyen hacia su sangre.
Se sumergen en lenta lluvia de soledad.
Pero sulluvia cae, funde, persiste en mi simiente,
y su canto y su sangre
en mi sangre y mi canto.
La vida de las cosas se vuelca hacia mi vida,
y respiro con ellas. Germino y permanezco.
Brillan dentro de mí. Alimentan mi llama
y me dan su existencia.
Y fluyen los aromas de la tierra,
y hondas canciones sin palabras,
entre el calor de todas las maderas
Mi soledad se puebla de voces y misterios.
III
Enlazada al principio de las cosas,
unida al infinito murmullo de las ramas,
hoy llevo la alegría de la espiga
y la luz de las lámparas del agua.
Ya los rieles que van al horizonte
no me tienden la angustia de sus manos.
Tengo bajo los párpados
el sol de pleno día que calienta las piedras
y la sana limpieza de la carne.
Y hay, más allá del hueco de mis palmas,
solo una secreta y sencilla confianza.
Y se van las palabras, volando a los destinos,
sin temor a futuros ni a distancias.
1915 -
(chilena)
LLAMADO DE LA MATERIA
I
Y las cosas tan cerca de mi cinco sentidos
que al tocarlas, su entrega de mieses sometidas
ahonda el aire que recorren mis arterias.
Tan cerca que me ciega su alegrá sencilla,
su dorado silencio, su vigor esencial.
El llamado imperioso de sus voces
se atraviesa en los pasos secretos de mi sangre,
y en doble marejada vienen ondas
de armonía y silencio, de misterio y de luz.
Y todo está presente bajo un azul de estrellas,
liberado de amarras y de escollos,
vibrando su materia en terrestre cadencia
que determinan, con un sonido grave, sus c ampanas.
Yyo leo la hkierba en la pradera,
que purifica y limpia con su nueva inocencia
y el parpadeo de los barcos en los muelles,
y el rocío, perlando una rosa de nácar,
y las alas que ascienden, seguras de sí mismas,
del símbolo al espacio.
II
Y las cosas se envuelven en su propio volumen,
su color y su aire, su rumor y su luz.
Se aislan y penetran en su propio destino,
desde el borde hacia el centro.
Huyen hacia su sangre.
Se sumergen en lenta lluvia de soledad.
Pero sulluvia cae, funde, persiste en mi simiente,
y su canto y su sangre
en mi sangre y mi canto.
La vida de las cosas se vuelca hacia mi vida,
y respiro con ellas. Germino y permanezco.
Brillan dentro de mí. Alimentan mi llama
y me dan su existencia.
Y fluyen los aromas de la tierra,
y hondas canciones sin palabras,
entre el calor de todas las maderas
Mi soledad se puebla de voces y misterios.
III
Enlazada al principio de las cosas,
unida al infinito murmullo de las ramas,
hoy llevo la alegría de la espiga
y la luz de las lámparas del agua.
Ya los rieles que van al horizonte
no me tienden la angustia de sus manos.
Tengo bajo los párpados
el sol de pleno día que calienta las piedras
y la sana limpieza de la carne.
Y hay, más allá del hueco de mis palmas,
solo una secreta y sencilla confianza.
Y se van las palabras, volando a los destinos,
sin temor a futuros ni a distancias.
MARÍA SILVA OSSA
MARÍA SILVA OSSA
MARÍA SILVA OSSA
(1918 – 2009?)
(chilena)
NOTAS DEL MAR
NOTAS DEL MAR
Pon sobre tu corazón
las notas del mar,
cuando su gigante arpegio
enlaza los crepúsculos
y asciende por los aires
hasta coger la noche.
Escucha el vaciarse de los ríos
en sus caderas mórbidas
y el transcurrir de los peces
por su bruñida arteria.
Escucha en la sombra al mar:
es dueño de la vida:
en el lecho del mundo,
volteando en el espacio
engéndrase a si mismo.
Su ronca oración de gracias
estremece los sepulcros,
el del pan y el de los lirios,
del infante y la tronchada larva.
Su mano de sal aprieta la osamenta
y el corruptor gusano
transforma sus alas el pétalo que muere.
Deja sobre tu oído
al mar desnudo,
¡y que su fecunda voz
penetre en tus entrañas!
PALABRAS
Prestad atención, que la boca del aire
está llena de nombres
y los países vuelan sobre sus historias mentidas.
Afinos para penetrar
el susurro de la música
que sobre la ola y el trueno
conserva su manojo de notas.
No seáis como el sordo
que precisa una estrella en vez de oreja
y una caja de madera, sepulcro
para que el sonido entre hasta su alcoba.
De pie en el monte del silencio
estrechad la visión hasta perderla,
penetrando en el mundo del murmullo.
El aire está cuajado de palabras,
desgarradas imágenes se ciernen
deletreando la historia incomprendida.
Allí van los hombres despojaos
de sus vestidos materiales:
por sus abiertas quijadas escapan
sus espíritus jadeantes
y en terrible desconcierto pueblan
las invisibles calles.
Que tus poros beban sus espíritus,
tu empapada esponja, recogiendo
el agua sonora de sus días;
presente la visión de sus palabras
y en ampla lluvia
rompa el diluvio de trinos sus caminos.
SOLEDAD
Como el día pasa por lo astros
con sus blancos helechos
y sus mares,
y la tierra abierta
entre las cuencas manos;
y en un instante bulle
la azul ave del viento
y el eclipse del silencio ciega
un testamento negro:
Así, sin comprender
la inmensa acción que de ti mana,
pasas, si materia, en mi agonía.
VIENTO CREADOR
Este viento que hunde en el árbol
sus dedos extranjeros,
moverá al impulso de sus ondas
el puntero monótono del tiempo.
Y en su infinita rueda,
traspasando la calle de los cielos,
sembrará la flora desterrada
entre los astros muertos.
Cavará en los montes de esqueletos
aguardando el llamado de la alondra
la tibia larva de su seno.
Triunfando de la muerte cuotidiana,
enhebrando la aguja del racimo,
más allá de la espiga y de la bruma.
martes, 26 de febrero de 2013
GERARDO DIEGO
GERARDO DIEGO
1896 -
(español)
GUITARRA
Habrá un silencio verde
todo hecho deguitarras destrenzadas.
La guitarra es un pozo
con viento en vsz de agua.
CUARTO DE BAÑO
Qué claridad de playa al mediodía,
qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
si entre espumas y platas y azulejos,
Venus renace a la mitología.
Concha de porcelana, el baño fía
su parto al largo amor de los espejos,
que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
se empañan de un rubor de niebla fría.
He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
Nimbo de suavidad su piel exuda
y en el aire se absuelve y se demora.
Venus,esquiva en su rebozo, huye.
Su alma por los espacios se diluye,
y solo -olvido- un grifo llora y llora.
INSOMNIO
Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No.No lo sabes.Yo en desvelo,
y tú,, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño y el mar las naves.
En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú, cierta, seguro
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan cerca de mis brazos maniatados.
Qué pavorosa esclavitud de isleño:
yo insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.
1896 -
(español)
GUITARRA
Habrá un silencio verde
todo hecho deguitarras destrenzadas.
La guitarra es un pozo
con viento en vsz de agua.
CUARTO DE BAÑO
Qué claridad de playa al mediodía,
qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
si entre espumas y platas y azulejos,
Venus renace a la mitología.
Concha de porcelana, el baño fía
su parto al largo amor de los espejos,
que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
se empañan de un rubor de niebla fría.
He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
Nimbo de suavidad su piel exuda
y en el aire se absuelve y se demora.
Venus,esquiva en su rebozo, huye.
Su alma por los espacios se diluye,
y solo -olvido- un grifo llora y llora.
INSOMNIO
Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No.No lo sabes.Yo en desvelo,
y tú,, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño y el mar las naves.
En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú, cierta, seguro
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan cerca de mis brazos maniatados.
Qué pavorosa esclavitud de isleño:
yo insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.
VILMA ORREGO
VILMA ORREGO
1948 -
(chilena)
CUANDO CAE LA LLUVIA
Cuando caen las hojas,
cuando caen más allá de la lluvia,
más allá.
Más allá del otoño, cuando por momentos
caen gotas, caen y caen,
el rostro de la lluvia cae más fuerte
y se doblega al pasar.
Cuando el olvido cubre
como hojarascas de lluvia,
caen tus ojos desde mis ojos
y juntos renuncian del todo
al caer.
Desde tu ausencia cae tu rostro,
se forman torrentes y te vas.
Te vas más allá de las colinas,
apenas se deshojan las hojas,
ante la lluvia, ante tu olvido,
desde mis ojos hasta la lluvia
renuncio del todo caer.
RED DE LLUVIA
Aquí me tienes
en esta madrugada
resollando ausencias y encelada,
no hay nichos que me cerquen todavía
ni pájaros guardadores de sus trinos
en la copa de los naranjos deshollados.
Impura, candente mi alma, camina
en desvelos por azahares del invierno.
Va cayendo hacia esa red de lluvia
sobre el tejado colonial.
EL HOMBRE DE LLUVIA
El hombre de lluvia, lluvia
pasada hace cinco años
irrumpe
en la nostalgia velada
dentro de una copa de vino,
su rostro emerge sin formas
entre la bruma de la cantina.
El caballero del espejo mira
con su negro sombrero endomingado,
desde el fondo del humo me guiña.
Transpuesta, en la barra, recuerdo
que nunca existió aquel hombre
ni el sombrero de ala ancha
ni sus botas cuando pisaba fuerte
siguiendo la huella de un fantasma.
Corro por la vía, atravieso el pueblo,
buscando esa lluvia, que es lluvia
pasada hace cinco años..
1948 -
(chilena)
CUANDO CAE LA LLUVIA
Cuando caen las hojas,
cuando caen más allá de la lluvia,
más allá.
Más allá del otoño, cuando por momentos
caen gotas, caen y caen,
el rostro de la lluvia cae más fuerte
y se doblega al pasar.
Cuando el olvido cubre
como hojarascas de lluvia,
caen tus ojos desde mis ojos
y juntos renuncian del todo
al caer.
Desde tu ausencia cae tu rostro,
se forman torrentes y te vas.
Te vas más allá de las colinas,
apenas se deshojan las hojas,
ante la lluvia, ante tu olvido,
desde mis ojos hasta la lluvia
renuncio del todo caer.
RED DE LLUVIA
Aquí me tienes
en esta madrugada
resollando ausencias y encelada,
no hay nichos que me cerquen todavía
ni pájaros guardadores de sus trinos
en la copa de los naranjos deshollados.
Impura, candente mi alma, camina
en desvelos por azahares del invierno.
Va cayendo hacia esa red de lluvia
sobre el tejado colonial.
EL HOMBRE DE LLUVIA
El hombre de lluvia, lluvia
pasada hace cinco años
irrumpe
en la nostalgia velada
dentro de una copa de vino,
su rostro emerge sin formas
entre la bruma de la cantina.
El caballero del espejo mira
con su negro sombrero endomingado,
desde el fondo del humo me guiña.
Transpuesta, en la barra, recuerdo
que nunca existió aquel hombre
ni el sombrero de ala ancha
ni sus botas cuando pisaba fuerte
siguiendo la huella de un fantasma.
Corro por la vía, atravieso el pueblo,
buscando esa lluvia, que es lluvia
pasada hace cinco años..
VICTOR FRANZANI
VICTOR FRANZANI
1916 - 1983
(chileno)
AMOR QUE ES SOMBRA Y LUZ
Traigo el costado herido de quererte,
de amarte largamente estoy herido,
por esta honda pasiòn vivo transido,
tu ancho corazòn me tiene inerte.
Estoy ahora en un raudal sumido
¡ah,tormentoso mar de tus entrañas!
sin saber si me animas o me dañas,
en vilento oleaje sumergido.
Vaivèn entre la noche y la alborada,
coloquio entre el silencio y el sonido,
amor que es sombra y luz, es todo y nada.
Traigo el costado herido de quererte,
de amarte largamente estoy herido,
!Y si esto es el morir, busco la muerte
1916 - 1983
(chileno)
AMOR QUE ES SOMBRA Y LUZ
Traigo el costado herido de quererte,
de amarte largamente estoy herido,
por esta honda pasiòn vivo transido,
tu ancho corazòn me tiene inerte.
Estoy ahora en un raudal sumido
¡ah,tormentoso mar de tus entrañas!
sin saber si me animas o me dañas,
en vilento oleaje sumergido.
Vaivèn entre la noche y la alborada,
coloquio entre el silencio y el sonido,
amor que es sombra y luz, es todo y nada.
Traigo el costado herido de quererte,
de amarte largamente estoy herido,
!Y si esto es el morir, busco la muerte
GLADYS GONZALEZ SOLIS
GLADYS GONZALEZ SOLIS
(chilena)
Porque uno
puede morir
por las pequeñas cosas
como por el gracioso baile
de las esporas
que se arrastran
por la tela
de mi vestido
por el silencioso crujir
de la pintura hinchada
reventando en un día de lluvia
esparciendo un polvillo rosa
sobre mi nuca
(chilena)
Pequeñas cosas
Porque uno
puede morir
por las pequeñas cosas
como por el gracioso baile
de las esporas
que se arrastran
por la tela
de mi vestido
por el silencioso crujir
de la pintura hinchada
reventando en un día de lluvia
esparciendo un polvillo rosa
sobre mi nuca
ME DICE
Me dice que escribía en boletas
y papelitos de cigarros
mientras ella
se iba al baño
a mirarlo por la ventana
y papelitos de cigarros
mientras ella
se iba al baño
a mirarlo por la ventana
Me dice que ella es su muerte
y que no quiere morir todavía
porque la muerte
es mujer fatal
y que no quiere morir todavía
porque la muerte
es mujer fatal
Me dice que ella es su crisantemo
y le recita haikus
en el cerro San Cristóbal
mientras los animales
se vuelven histéricos con la lluvia
y le recita haikus
en el cerro San Cristóbal
mientras los animales
se vuelven histéricos con la lluvia
Él recoge las mejores cartas
y las guarda en su libro de budismo
recitando mal a Girondo
mientras ella
se aleja
con sus senos de magnolia
volando
sobre la ciudad
y las guarda en su libro de budismo
recitando mal a Girondo
mientras ella
se aleja
con sus senos de magnolia
volando
sobre la ciudad
ESCARCHA
paseo por la cocina
con una taza de té
de amapola
dibujando ciudades
con la escarcha
de mis huesos
escucho
motores de los aviones
que practican
horas de vuelo
sobre el techo
de mi pequeña casa
el sonido
de la lluvia
aporreando
los cardos
de la calle
destrozando
la belleza
de lo primitivo.
MANUEL MAGALLANES MOURE
MANUEL MAGALLANES MOURE
1878 - 1924
(chileno)
POR LA ORILLA DE LA MAR
A la orilla del sol,
por la playa inmensa y sola,
de frente al viento marino
nuestros caballos galopan.
Es el horizonte de oro,
oro es la mar y oro arrojan
los cascos de los caballos
al chapotear en las olas.
En blancos grupos contemplan
caer el sol las gaviotas,
mas, al acercarnos, vuelan
en bandadas tumultosas.
Pesadamente se alejan
sobre las revueltas olas
y abátense a la distancia
trazando una curva airosa.
Alcance pronto le damos
y ellas de nuevo en derrota,
a volar, siempre adelante,
por sobre la mar sonora.
Por la arena húmeda y firme
nuestros caballos galopan.
Al fuerte viento marino
cabelleras y almas flotan.
A la caída del sol,
en la playa inmensa y sola,
tu alma se entregó a mi alma.
tu boca se dio a mi boca.
No se sabe de qué hablar
cuando la emoción es honda.
Por la orilla de la mar
nuestros caballos galopan.
APAISEMENT
Tus ojos y mis ojos se contemplan
en la quietud creuscular.
Nos bebemos el alma lentamente
y se nos duerme el desear.
Como dos niños que jamás supieron
de los ardores del amor
en la paz de la tarde nos miramos
con novedad de corazón.
Violeta era el color de la montaña.
Ahora azul, asul está.
Era una soledad el cielo. Ahora
por él la luna va.
Me sabes tuyo, te recuerdo mía.
Somos el hombre y la mujer.
Conscientes de ser nuestros nos miramos
en el sereno atardecer.
Son del color del agua tus pupilas,
del color del agua del mar.
Desnuda, en ellos se sumerge mi alma,
con sed de amor y eternidad.
1878 - 1924
(chileno)
POR LA ORILLA DE LA MAR
A la orilla del sol,
por la playa inmensa y sola,
de frente al viento marino
nuestros caballos galopan.
Es el horizonte de oro,
oro es la mar y oro arrojan
los cascos de los caballos
al chapotear en las olas.
En blancos grupos contemplan
caer el sol las gaviotas,
mas, al acercarnos, vuelan
en bandadas tumultosas.
Pesadamente se alejan
sobre las revueltas olas
y abátense a la distancia
trazando una curva airosa.
Alcance pronto le damos
y ellas de nuevo en derrota,
a volar, siempre adelante,
por sobre la mar sonora.
Por la arena húmeda y firme
nuestros caballos galopan.
Al fuerte viento marino
cabelleras y almas flotan.
A la caída del sol,
en la playa inmensa y sola,
tu alma se entregó a mi alma.
tu boca se dio a mi boca.
No se sabe de qué hablar
cuando la emoción es honda.
Por la orilla de la mar
nuestros caballos galopan.
APAISEMENT
Tus ojos y mis ojos se contemplan
en la quietud creuscular.
Nos bebemos el alma lentamente
y se nos duerme el desear.
Como dos niños que jamás supieron
de los ardores del amor
en la paz de la tarde nos miramos
con novedad de corazón.
Violeta era el color de la montaña.
Ahora azul, asul está.
Era una soledad el cielo. Ahora
por él la luna va.
Me sabes tuyo, te recuerdo mía.
Somos el hombre y la mujer.
Conscientes de ser nuestros nos miramos
en el sereno atardecer.
Son del color del agua tus pupilas,
del color del agua del mar.
Desnuda, en ellos se sumerge mi alma,
con sed de amor y eternidad.
lunes, 25 de febrero de 2013
JORGE GUILLÉN
JORGE GUILLÉN
1893 -
(español)
EL CIELO QUE ES AZUL
(festividad)
La acumulación triunfal
en la mañana festivi
hinche de celeste azul
la blancura de la brisa.
¡Florestas, giros, suspiros
en islas a la deriva!
Pies desnudos trazan vados
entre todas las orillas
que junio fomenta,verdes,
liberales y garridas.
Y los aros de los niños
fatalmente multiplican
ondas de gracia sobrante,
para dioses todavía.
¡Tanta claridad levantan
las horas de arena fina!
Los enamorados buscan,
buscan una maravilla.
¡Qué bien por el río bogan!
¡Al mar! Ya el mar los hechiza.
Pero los cieloas difusos
luces agudas enviscan.
Caballos corren, caballos
perseguidos por las dichas.
¡Vientos esbeltos!Sus ángeles,
que un frescor de costa guía,
aman a muchachas blancas,
blancas, ¡pleamar divina!
Pleamar también del mar,
corvo de animal delkicia:
obstinación de querencia,
turnos de monotonía,
pero en ápice de crisis
que tienede choques en chispas
al azul, aunque celeste,
vivacísimo en la brisa.
¡Júbilo, júbilo, júbilo!
Y rinde todas sus cimas
-fuerza de festividad-
todo el resplandor del día
LOS AIRES
¡Damas altas, calandrias!
Junten su elevación
algazara y montaña,
todavía crecientes
gracias a la mañana
trémula del rocío,
tan cándida y sin tasa,
bajo el cielo inventor
de distancias, de fábulas.
¡Libertad de la luz,
damas altas, calandrias,
lo rubio, lo ascendente!
Sean así la traza
tan simple aún, clarísima,
de las prufundas Nadas
golosas de los aires
con un alma inmediata,
sí, visible, total,
¡ah!para la mirada
de los siempre amadores.
¡Damas altas, calandrias!
1893 -
(español)
EL CIELO QUE ES AZUL
(festividad)
La acumulación triunfal
en la mañana festivi
hinche de celeste azul
la blancura de la brisa.
¡Florestas, giros, suspiros
en islas a la deriva!
Pies desnudos trazan vados
entre todas las orillas
que junio fomenta,verdes,
liberales y garridas.
Y los aros de los niños
fatalmente multiplican
ondas de gracia sobrante,
para dioses todavía.
¡Tanta claridad levantan
las horas de arena fina!
Los enamorados buscan,
buscan una maravilla.
¡Qué bien por el río bogan!
¡Al mar! Ya el mar los hechiza.
Pero los cieloas difusos
luces agudas enviscan.
Caballos corren, caballos
perseguidos por las dichas.
¡Vientos esbeltos!Sus ángeles,
que un frescor de costa guía,
aman a muchachas blancas,
blancas, ¡pleamar divina!
Pleamar también del mar,
corvo de animal delkicia:
obstinación de querencia,
turnos de monotonía,
pero en ápice de crisis
que tienede choques en chispas
al azul, aunque celeste,
vivacísimo en la brisa.
¡Júbilo, júbilo, júbilo!
Y rinde todas sus cimas
-fuerza de festividad-
todo el resplandor del día
LOS AIRES
¡Damas altas, calandrias!
Junten su elevación
algazara y montaña,
todavía crecientes
gracias a la mañana
trémula del rocío,
tan cándida y sin tasa,
bajo el cielo inventor
de distancias, de fábulas.
¡Libertad de la luz,
damas altas, calandrias,
lo rubio, lo ascendente!
Sean así la traza
tan simple aún, clarísima,
de las prufundas Nadas
golosas de los aires
con un alma inmediata,
sí, visible, total,
¡ah!para la mirada
de los siempre amadores.
¡Damas altas, calandrias!
domingo, 24 de febrero de 2013
PEDRO SALINAS
PEDRO SALINAS
1892 - 1952
(español)
QUÉ ALEGRÍA VIVIR...
Qué alegría vivir
sintiéndose vivido.
Rendirse a la gran certidumbre, obcuramente
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
-azogue, almas cortas-, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible en que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
porque me está queriendo con sus ojos,
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡qué transporte ya!-, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo obscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que llevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era solo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.
ACUARELA
Con el cielo gris
la copla
triste de Sevilla
se afina, se afina.
En agua sin sol,
sombras de naranjos
entierran azahares.
Arriba,
en las altas miras
esperan las niñas
los barcos de oro.
Abajo,
aguardan los mozos
que se abran cancelas
a patios sin fondo.
Sin rubor se quedan,
pálidas las torres.
Desde las orillas
las desesperadas
luces suicidas
al río se lanzan.
Cadáveres lentos,
rosa, verde, azul,
azul, verde, rosa
se los lleva el agua.
1892 - 1952
(español)
QUÉ ALEGRÍA VIVIR...
Qué alegría vivir
sintiéndose vivido.
Rendirse a la gran certidumbre, obcuramente
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
-azogue, almas cortas-, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible en que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
porque me está queriendo con sus ojos,
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡qué transporte ya!-, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo obscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que llevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era solo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.
ACUARELA
Con el cielo gris
la copla
triste de Sevilla
se afina, se afina.
En agua sin sol,
sombras de naranjos
entierran azahares.
Arriba,
en las altas miras
esperan las niñas
los barcos de oro.
Abajo,
aguardan los mozos
que se abran cancelas
a patios sin fondo.
Sin rubor se quedan,
pálidas las torres.
Desde las orillas
las desesperadas
luces suicidas
al río se lanzan.
Cadáveres lentos,
rosa, verde, azul,
azul, verde, rosa
se los lleva el agua.
MAGNITNAYA MERA GARCÍA
MAGNITNAYA MERA GARCÍA
1950 -
(chilena)
ARDEN NOSTALGIAS
No puedo despertar de los caminos,
pigmentos de tu voz me empalidecen,
las pastedades calzan sombra tuya...
emerges como un grito desde el agua.
Mi angustia callerrante te persigue
por esta patagonia indeclinable
y escucho la tormenta de tus cales
rompiendo maderámenes torcidos.
No hay nada, más que el sueño descielado
braceando mi cabeza en los barrancos
brumosos, los rizomas se me aprietan
al párpado extraviado de tus ojos.
Y aquí desde el rondín de los letargos
amasa laberintos de cansancio,
me cubre ósculamente el amasijo
de aristas y de tardes trepidantes.
El río sudoral de los inviernos
hernió palpitar bajo la tierra,
mi gusana de seda te acompaña
por todos los recodos del silencio.
En este monumento de la carne
en donde tú me alzaste para siempre
me alcanza a trepanar la incontinencia
de Dios entristecido y las tinieblas.
TRIMATA
a Carlos Ordenes Pincheira
Una mano escondida de mi alma
toca tus horizontes ateridos,
embalsama tu risa en verso nuevo.
Y aún gime tu sangre encadenada,
maltrata mi sentido tu dolor.
Cómo mojar tu espiga
en otra lluvia,
librarte de las gólgotas errantes,
comprimirte en espermio
de otra vida
de otra vida
y vaciarte en los vientres eternales.
Oh, amargo pasajero de mi verso,
no sé donde quedaron los malvones,
el gozo, el atalaya, Dios, las divas,
el monasterio azul de la oración.
Me queda en las desdichas de la tarde
-mientras llueve-
la mariposa triste de tu adiós,
la cuido en la espesura
de una lágrima...
¡para que nunca vuelva a su dador...!
EPÍSTOLA
Querido bisabuelo de mi abuelo:
Te escribo a la región de los silencios,
sabiendo que en los cuatro centenarios
se te esparció hasta el nicho entre los vientos.
Que nunca ni siquiera me pensaste,
que fui como el silencio que te guarda
y anduve sin embargo caminando
metida entre tus gentes navegando.
No encuentro ni la puerta que cerraste
después de haber bajado hasta la tierra,
pero respiro el viento que besaste
y muevo alguna célula en mis venas.
Si beso tus mejillas polvorientas
o piso tus costados deformados,
será porque te busco, disperso, inanimado
y te hallo en cada piedra recostado.
Mis sueños tienen manos alfareras
que amasan la vejez que hay en los muros,
las gredas opacadas de las fosas
y esculpen sin cesar los labios mudos.
Cava mi pensamiento enloquecido
los lánguidos ventrículos mohosos de la tierra
y arranco la materia de tu alma evolutiva
con lírico eufemismo parecido a la pena.
Contemplo tu faz fría de humana artesanía,
musgo y sombra adherida y cavilante,
que avanza por los siglos sin hallarse
y es huella del pasado que siempre va adelante.
Despertarás del sueño polvoroso de mis brazos,
partícula ambulante de seres y de cosas,
la célula inmutable, ambulatoria, airosa
de mi intrépida raza latiendo en una rosa.
MILA OYARZÚN
MILA OYARZÚN
MILA OYARZÚN
1912-1982
(chilena)
DEMASIADO TARDE
Trizan mi soledad ciegas estatuas
y es mi cuerpo ceniza dibujada.
Es mi sangre una fuga de campanas.
Y en el ojo sin ojo yo me sueño,
en el labio sin labio está mi beso.
en la mano sin mano yo me encuentro.
Y abrazando las plazas y las calles
de esta muerte sin muerte que me invade,
llegan tus pasos demasiado tarde.
1912-1982
(chilena)
DEMASIADO TARDE
Trizan mi soledad ciegas estatuas
y es mi cuerpo ceniza dibujada.
Es mi sangre una fuga de campanas.
Y en el ojo sin ojo yo me sueño,
en el labio sin labio está mi beso.
en la mano sin mano yo me encuentro.
Y abrazando las plazas y las calles
de esta muerte sin muerte que me invade,
llegan tus pasos demasiado tarde.
SUEÑO
"En la porcelana
de cada mañana
se quiebra mi risa:
cristales de brisa.
Y una pena blanca
-cautiva azucena-
se pren:de al obscuro
silencio maduro.
Risa de mi niño
reflejos de armiño,
dalia de cobalto
que llega a lo alto
para que a su huella
descienda una estrella
y en lino celeste
mi niño se acueste..."
Otra vez la angustia
su perfil diseña;
he tenido el sueño
de un sueño que sueña.
"En la porcelana
de cada mañana..."
"En la porcelana
de cada mañana
se quiebra mi risa:
cristales de brisa.
Y una pena blanca
-cautiva azucena-
se pren:de al obscuro
silencio maduro.
Risa de mi niño
reflejos de armiño,
dalia de cobalto
que llega a lo alto
para que a su huella
descienda una estrella
y en lino celeste
mi niño se acueste..."
Otra vez la angustia
su perfil diseña;
he tenido el sueño
de un sueño que sueña.
"En la porcelana
de cada mañana..."
RUTH MERINO CARRERA
RUTH MERINO CARRERA
(1932 - 2006
(chilena)
TRIPTICO MARINO
I
Soy un devoto más que se arrodilla
ante la omnipotencia de tus aguas,
cumple con el rictus y la plegaria
y salta como gaviota de mi orilla.
Aquí, en esta caleta, cual capilla,
pongo mis pensamientos en tus aras,
le doy luz a los patios de mi alma
y me escucho pedir con voz de niña.
Quiero vientos y sales y tu lecho
para dormir mi vieja fantasía,
y una luna que guarde mis secretos.
Quiero tejerydestejer el tiempo,
ser el barco que parte cada día
tras una secta azul para mis versos.
II
Tanta fuerza brincando por tus aguas,
tanta lágrima blanca que se esfuma
en un retorno más hasta su nada
envuelta en los encajes de tu espuma.
Tanto viejo poeta que divaga
cuajando pensamientos en tus brumas
cree encontrar la voz y tu espuma
arrojándote de bruces en la playa.
Tras el corcel bendito de tu boca
muchas almas aquí decepcionadas
se hundieron en la noche de tus algas.
Para tatuar su cuerpo entre las roca
que es mejor que vivir aletargadas,
morir para nacer entre tus aguas.
III
Se me escapó la rosa de los vientos
que traía prendida entre los labios
para esparcir aquí como incensario
mi palabra de luz y sentimiento.
Se me durmió la tarde y en su adviento
yergo mi pedestal imaginario,
hago con los naufragios un glosario
desde un blanco balcón serán absueltos.
El puerto es una flor atardecida
y yo quiero saber de aquellas vidas
que soplan con tus aguas cual veleros.
Me he de subir al mástil de la vida
para pedir a Dios que les bendiga
y les brinde su cáliz marinero.
PALOMA HIDALGO DIEZ
PALOMA HIDALGO DIEZ
1966 -
(española)
1966 -
(española)
REFUGIADOS
La mirada de un niño,
luz sin tamizar a través de mentiras,
me ha robado todas las palabras.
Con sus manos sujeta un fusil
tinto como su piel,
pesado como su hambre.
Cuatro balas, quizá tres,
semillas de futuro,
esperan su momento.
¿Germinarán hoy?,
En
su
odio
ya verdean.
Y en su rabia.
La mirada de un niño,
luz sin luz,
ha roto mi conciencia.
A su lado,
sobre los escombros de la vida,
la mirada de un hombre,
de un padre,
poseída por el miedo
de haber perdido a su hijo,
me escuece
en las entrañas,
me prende en llamas
de impotencia.
Un disparo,
dos.
Un huérfano más.
Otra vez la guerra,
el odio y la muerte juegan con un niño,
que cree ganar
con su pareja de balas
a la escalera de mentiras,
al trío de locura
o al póker de injusticias
que sus oponentes acaban de poner sobre el tapete.
MI GRANITO DE ARENA
Hoy he entrado en mis recuerdos
por la puerta de servicio,
sin darles tiempo a esconderse.
He vuelto a verme
subida en el árbol más alto del parque
soñando con cambiar el mundo
cuando el mundo
apenas había comenzado a mostrarme su cara más negra.
Aquellos días de urgencia en las decisiones,
de sal en las heridas
que las injusticias de la adolescencia abrían,
de amargura e inseguridad
tan lentos como rápidos me parecen ahora,
días felices, sin embargo.
He saludado a mi inocencia
le he pedido que vuelva a instalarse en mi mirada,
porque quiero seguir cambiando el mundo,
ahora que el peso de los años
hunde mis pies, un poco más, en la tierra.sábado, 23 de febrero de 2013
ANTONIO MACHADO
ANTONIO MACHADO
1875 - 1939
(español)
AUTORRETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinteaños en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto de ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno:
y, más que un hombre al uso que sabe de su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¡Soy clásico o romántico?No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito;
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
PRIMAVERAL
Nubes, sol, prado verde y caserío
en la loma, revueltos. Primavera
puso en el aire de este campo frío
la gracia de sus chopos de ribera.
Los caminos del valle van al río
y allí, junto del agua, amor espera.,
antes que, torva, en el camkino aceche
¿Por tí se ha puesto elcampo ese atavío
de joven, oh invisible compañera?
¿Y ese perfume del hablar al viento?
¿Y esa primera blanca margarita?
¿Tú me acompañas? En mi mano siento
doble latido, el corazón me grita
que en las sienes me acorda el pensamiento:
eres tú quien florece y resucita.
ROSA DE FUEGO
Tejidos sois de primavera, amantes,
de tierra y agua y viento y sol tejidos.
La sierra en vuestros pechos jadeantes,
en los ojos los campos florecidos,
pasad vuestra mutua primavera,
y aun bebed sin temor, la dulce leche
que os brinda hoy la lúbrica pantera,
ante que, torva, en el camino aceche.
Caminad, cuando el eje del planeta
se vence hacia el solsticio de verano,
verde el almendro y mustia la violeta,
cerca la sed y el hontanar cercano,
hacia la tarde del amor, completa,
con la rosa de fuego en vuestra mano.
1875 - 1939
(español)
AUTORRETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinteaños en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto de ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno:
y, más que un hombre al uso que sabe de su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¡Soy clásico o romántico?No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito;
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
PRIMAVERAL
Nubes, sol, prado verde y caserío
en la loma, revueltos. Primavera
puso en el aire de este campo frío
la gracia de sus chopos de ribera.
Los caminos del valle van al río
y allí, junto del agua, amor espera.,
antes que, torva, en el camkino aceche
¿Por tí se ha puesto elcampo ese atavío
de joven, oh invisible compañera?
¿Y ese perfume del hablar al viento?
¿Y esa primera blanca margarita?
¿Tú me acompañas? En mi mano siento
doble latido, el corazón me grita
que en las sienes me acorda el pensamiento:
eres tú quien florece y resucita.
ROSA DE FUEGO
Tejidos sois de primavera, amantes,
de tierra y agua y viento y sol tejidos.
La sierra en vuestros pechos jadeantes,
en los ojos los campos florecidos,
pasad vuestra mutua primavera,
y aun bebed sin temor, la dulce leche
que os brinda hoy la lúbrica pantera,
ante que, torva, en el camino aceche.
Caminad, cuando el eje del planeta
se vence hacia el solsticio de verano,
verde el almendro y mustia la violeta,
cerca la sed y el hontanar cercano,
hacia la tarde del amor, completa,
con la rosa de fuego en vuestra mano.
EDMUNDO HERRERA
EDMUNDO HERRERA
1934 -
(chileno)
A LA MAESTRA QUE ME ENSEÑO A LEER
Navegas adherida a mis manos donde la clara infancia,
maestra pura, bocina poderosa,
linterna que alumbra mi navío.
Todos los caminos te señalan. Si interrogo
tanto naipe disperso,
si penetro a casas a descifrar saludos, ahí estás tú.
Si viajo a tentar suerte en algún jeroglífico,
tu lápiz enarbolo. Te bebía diariamente a sorbos lentos,
llegaba con papeles bajo el brazo a trazar
el dulce abecedario. Días enteros muy cerca de tus ojos;
te tocábamos alegres, partíamos las nueces y tú, banco en banco,
revoloteabas como en un mar de pétalos.
Siempre regresa tu voz de marzo a diciembre. Veo tu sonrisa
debajo de los años, ahora tengo lápices, cuadernos
de otros niños en mis manos. Más de alguna vez me tiembla
el habla en las mañanas cuando estoy con los muchachos. Ellos
irán luminosos por el alba, yo me quedaré cantando en el camino
y tú, maestra amiga, seguirás volando en el espacio.
A veces una boina en invierno te adornaba,
mi abuelo me traía una camelia y yo me iba contento
a saludarte. Qué importaban los pies desnudos, maestra buena,
era de ver tus ojos puros de mañana. Y siempre lápiz,
cuaderno y mano por bandera. Cada vez que toco un libro
te recuerdo, encuentro la ventana que abrías
y el sol jugando entre los bancos.
Tu mano rural encima de mi mano pobre, ay, maestra,
árbol frutal, limpa manzana, agua que bebo todavía.
Navegas para siempre adherida
a mi sangre.
Aquella lámpara que encendiste una mañana
aún destella azul
por los caminos.
1934 -
(chileno)
A LA MAESTRA QUE ME ENSEÑO A LEER
Navegas adherida a mis manos donde la clara infancia,
maestra pura, bocina poderosa,
linterna que alumbra mi navío.
Todos los caminos te señalan. Si interrogo
tanto naipe disperso,
si penetro a casas a descifrar saludos, ahí estás tú.
Si viajo a tentar suerte en algún jeroglífico,
tu lápiz enarbolo. Te bebía diariamente a sorbos lentos,
llegaba con papeles bajo el brazo a trazar
el dulce abecedario. Días enteros muy cerca de tus ojos;
te tocábamos alegres, partíamos las nueces y tú, banco en banco,
revoloteabas como en un mar de pétalos.
Siempre regresa tu voz de marzo a diciembre. Veo tu sonrisa
debajo de los años, ahora tengo lápices, cuadernos
de otros niños en mis manos. Más de alguna vez me tiembla
el habla en las mañanas cuando estoy con los muchachos. Ellos
irán luminosos por el alba, yo me quedaré cantando en el camino
y tú, maestra amiga, seguirás volando en el espacio.
A veces una boina en invierno te adornaba,
mi abuelo me traía una camelia y yo me iba contento
a saludarte. Qué importaban los pies desnudos, maestra buena,
era de ver tus ojos puros de mañana. Y siempre lápiz,
cuaderno y mano por bandera. Cada vez que toco un libro
te recuerdo, encuentro la ventana que abrías
y el sol jugando entre los bancos.
Tu mano rural encima de mi mano pobre, ay, maestra,
árbol frutal, limpa manzana, agua que bebo todavía.
Navegas para siempre adherida
a mi sangre.
Aquella lámpara que encendiste una mañana
aún destella azul
por los caminos.
LUMI BRAVO HERRANZ
LUMI BRAVO HERRANZ
1965 -
(española)
1965 -
(española)
- La luz se va apagando en el horizonte,
el silencio cae sobre el atardecer,
hay nostalgia,
se acrecientan las penas
y brotan diamantes helados.No puedo negar este cansancio
que pareciera derribarme
sobre la hojarasca
que tiembla en los brazos del viento
TIEMPO VIVIDO
La canícula se viste de rubí, los silencios
salen a la calle y se aglutinan por las sombras
recuerdos que se asfixian.
Vienen a la memoria, glorias y adversidades,
rastrojos que antes fueron delicias
hoy páramos sin conquista.
De lo habitado guarda perfumes.
Concebir generosidad nunca fue ruta pactada,
brota de sus entrañas como junco en el agua.
(Dedicado a mi querido amigo Carlos Ordenes Pincheira, poeta chileno)Uno de los mejores poetas que conozco y además excelente persona
viernes, 22 de febrero de 2013
MANUEL MACHADO
MANUEL MACHADO
1874 - 1947
(español)
OCASO
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido.
para mi amarga vida fatigada...
¡El mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada!...
CANTARES
Vino, sentimiento, guitarra y poesía
hacen los cantares de la patria mía...
Cantares...
Quien dice cantares, dice Andalucía.
A la sombra fresca de la vieja parra
un mozo moreno rasquea la guitarra...
Cantares...
Algo que acaricia y algo que desgarra.
La prima que canta y el bordón que llora...
Y el tiempo callado se va hora tras hora
Cantares...
Son dejos fatales de la raza mora.
No importa la vida, que está perdida;
y después de todo, ¿qué es eso, la vida?...
Cantares...
Cantando la pena, la pena se olvida.
Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte,
ojos negros, negros y negra la suerte.
Cantares...
En ellos el alma delalma se vierte.
Cantares, Cantares de la patria mía.
Cantares son solo los de Andalucía.
Cantares...
No tiene más notas la guitarra mía.
.
1874 - 1947
(español)
OCASO
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido.
para mi amarga vida fatigada...
¡El mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada!...
CANTARES
Vino, sentimiento, guitarra y poesía
hacen los cantares de la patria mía...
Cantares...
Quien dice cantares, dice Andalucía.
A la sombra fresca de la vieja parra
un mozo moreno rasquea la guitarra...
Cantares...
Algo que acaricia y algo que desgarra.
La prima que canta y el bordón que llora...
Y el tiempo callado se va hora tras hora
Cantares...
Son dejos fatales de la raza mora.
No importa la vida, que está perdida;
y después de todo, ¿qué es eso, la vida?...
Cantares...
Cantando la pena, la pena se olvida.
Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte,
ojos negros, negros y negra la suerte.
Cantares...
En ellos el alma delalma se vierte.
Cantares, Cantares de la patria mía.
Cantares son solo los de Andalucía.
Cantares...
No tiene más notas la guitarra mía.
.
CESAR VALLEJO
CESAR VALLEJO
(peruano)
He comocido a una pobre muchacha
a quien conduje hasta la escena.
La madre, sus hermanas, qué amables y también
aquel su infortunado "tú no vas a volevr".
Como en cierto negocio me iba admirablemente
e rodeaban de un aire de dinastía florido.
La novia se volvió agua,
y cuán bien me solía llorar
su amor mal aprendido.
Me gustaba su tímida marinera
de hulmildes aderezos aldar las vueltas,
y cómo su pañuelo trazaba puntos, de juncia.
Ycuando ambos burlamos al párroco,
quebróse mi negocio y el suyo
y la esfera barrida.
PIEDRA NEGRA SOBRE PIEDRA BLANCA
Me moriré en Paris, con aguacero,
un día del que tengo ya el recuerdo.
Me moriré en paris, y no me corro,
Tal vez un jueves, coo es hoy, de otoño.
Jueves será porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala, y jamás como hoy me he vuelto
con todo mi camino, a verme solo.
"Cèsar Vallejo ha muerto". Le pegaban
todos, aunque él hiciera nada.
Le daban duro con un palo, yduro
también con una soga. Son testigos
los días jueves y los hueos húmedos,
la soledad, la lluvia, los caminos.
(peruano)
He comocido a una pobre muchacha
a quien conduje hasta la escena.
La madre, sus hermanas, qué amables y también
aquel su infortunado "tú no vas a volevr".
Como en cierto negocio me iba admirablemente
e rodeaban de un aire de dinastía florido.
La novia se volvió agua,
y cuán bien me solía llorar
su amor mal aprendido.
Me gustaba su tímida marinera
de hulmildes aderezos aldar las vueltas,
y cómo su pañuelo trazaba puntos, de juncia.
Ycuando ambos burlamos al párroco,
quebróse mi negocio y el suyo
y la esfera barrida.
PIEDRA NEGRA SOBRE PIEDRA BLANCA
Me moriré en Paris, con aguacero,
un día del que tengo ya el recuerdo.
Me moriré en paris, y no me corro,
Tal vez un jueves, coo es hoy, de otoño.
Jueves será porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala, y jamás como hoy me he vuelto
con todo mi camino, a verme solo.
"Cèsar Vallejo ha muerto". Le pegaban
todos, aunque él hiciera nada.
Le daban duro con un palo, yduro
también con una soga. Son testigos
los días jueves y los hueos húmedos,
la soledad, la lluvia, los caminos.
DELMIRA AGUSTINI
DELMIRA AGUSTINI
1887 - 1914
(uruguaya)
LO INEFABLE
Yo muero extrañamente... No me mata la vida,
no me mata la uerte, no me mata el amor;
mero de un pensamiento mundo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extrañodolor
de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevásteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?
¡Cumbre de los martirios!... Llevar eternamente
desgaeeadora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz.
Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable... ¿Ah! más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!
1887 - 1914
(uruguaya)
LO INEFABLE
Yo muero extrañamente... No me mata la vida,
no me mata la uerte, no me mata el amor;
mero de un pensamiento mundo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extrañodolor
de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevásteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?
¡Cumbre de los martirios!... Llevar eternamente
desgaeeadora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz.
Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable... ¿Ah! más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!
jueves, 21 de febrero de 2013
MIGUEL DE UNAMUNO
MIGUEL DE UNAMUNO
1864 - 1937
(español)
LA VIDA DE LA MUERTE
Oír llover no más, sentirse vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.
Muerto en mí todo lo que sea activo,
mientras toda visión la lluvia esfuma,
y allá abajo la sima en que se suma
de la clepsidra el agua y el archivo
de mi memoria, de recuerdos, mudo;
el ánimo saciado en puro inerte;
sin lanza y, por lo tanto, sin escudo,
a merced de los vientos de la suerte;
este vivir, que es el vivir desnudo,
¿no es acaso la vida de la muerte?
SED DE TUS OJOS EN LA MAR ME GANA...
Sed de tus ojos en la mar me gana;
hay en ellos también olas de espuma,
rayo de cielo que que se anega en bruma
al rompérsele el sueño de mañana.
Dulce contento de la vida mana
del lago de tus ojos, si me abruma
mi sino de luchar; de ellos rezuma
lumbre que al cielo con la tierra hermana.
Voy al destierro del desierto obscuro,
lejos de tu mirada redentora,
que es hogar de mi hogar sereno y puro.
Voy a esperar de mi destino la hora:
voy acaso a morir al pie del muro
que ciñe al campo que mi patria implora.
A MI ANGEL
Cúbreme con tus alas, ángel mío,
haciendo de ellas nube que no pasa;
tú proteges la mente a la que abrasa
la cara del señor, mientras el río
del destino bajamos. Pues confío
que cuando vuelva a la paterna casa,
no ya velada la verdad, más rasa,
contemplar pueda a todo mi albedrío.
Mira, ángel mío, que la vida es corta,
aunque muy trabajosa su carrera
y en ella no puede ir el alma absorta
de su Dios. Así espero a que me muera
para verlo, pues única soporta
la muerte a la verdad nuda y entera.
1864 - 1937
(español)
LA VIDA DE LA MUERTE
Oír llover no más, sentirse vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.
Muerto en mí todo lo que sea activo,
mientras toda visión la lluvia esfuma,
y allá abajo la sima en que se suma
de la clepsidra el agua y el archivo
de mi memoria, de recuerdos, mudo;
el ánimo saciado en puro inerte;
sin lanza y, por lo tanto, sin escudo,
a merced de los vientos de la suerte;
este vivir, que es el vivir desnudo,
¿no es acaso la vida de la muerte?
SED DE TUS OJOS EN LA MAR ME GANA...
Sed de tus ojos en la mar me gana;
hay en ellos también olas de espuma,
rayo de cielo que que se anega en bruma
al rompérsele el sueño de mañana.
Dulce contento de la vida mana
del lago de tus ojos, si me abruma
mi sino de luchar; de ellos rezuma
lumbre que al cielo con la tierra hermana.
Voy al destierro del desierto obscuro,
lejos de tu mirada redentora,
que es hogar de mi hogar sereno y puro.
Voy a esperar de mi destino la hora:
voy acaso a morir al pie del muro
que ciñe al campo que mi patria implora.
A MI ANGEL
Cúbreme con tus alas, ángel mío,
haciendo de ellas nube que no pasa;
tú proteges la mente a la que abrasa
la cara del señor, mientras el río
del destino bajamos. Pues confío
que cuando vuelva a la paterna casa,
no ya velada la verdad, más rasa,
contemplar pueda a todo mi albedrío.
Mira, ángel mío, que la vida es corta,
aunque muy trabajosa su carrera
y en ella no puede ir el alma absorta
de su Dios. Así espero a que me muera
para verlo, pues única soporta
la muerte a la verdad nuda y entera.
ALFONSO GÓMEZ LÍBANO
ALFONSO GÓMEZ LÍBANO
1918 - 1988
(chileno)
TACITURNO SOMBRERO DE NEBLINA
Solucionando,
viendo y murmurando
lo que suelo abarcar en mis miradas,
solo y junto a la espera de unos pasos
temblorosos,
yo, aquí,
con mi negro sombrero ciudadano,
con mi boca roída de malezas
y este andar ya doblado de cansancio,
permanezco absoluto,
indefinido,
sin tratar de abatir interiormente
este hueco maldito que circulo
y desvela de pronto mi destierro.
Yo no sé cómo pude alcanzar esta tiniebla,
como pude girar y remontarme,
no espantar mi desidia,
contemplar a mi asombro primero,
orgulloso,
y rodar desde mi leve oscilación
desvencijada,
hasta dar en el diario rumiar de tanta cosa
que me hastía.
Y yo, aquí,
en la torpe quietud de los que saben
lo que esperan,
con mi duro perfil apasionado por lo nuevo,
me diluyo al rumor de lo yacente;
y este viejo sombrero de neblina
es el muro que nace entre la obscura,
taciturna tristeza del olvido.
DEVOCIÒN DE LA NIEBLA
En las noches tan largas y serenas,
cuando miro mi cuerpo solitario,
te recuerdo en mi alcoba, compañera.
Compañera del humo, compañera del vino,
camarada de diurnas soledades,
te inclinabas delante de mi sombra
y mezclabas tu aliento con el mío
repitendo mis húmedas palabras.
Tú limpiabas el piso, los cristales,
y espantabas las negras telarañas,
y hundías la cama, despaciosa,
y esperabas las doce de la noche
con los ojos abiertos en los míos.
Cuando el alba llegaba,
recubrías mi cuerpo destapado
y en silencio salías de mi pieza,
presintiendo la última mirada.
¡Compañera del día, compañera del alba
y de la noche,
compañera del sueño y de la lluvia;
camarada de tantas amarguras!
Ya no quedan de ti las despedidas,
ya no están en mi alcoba tus vestidos,
ni los torvos zapatos, ni tus medias nocturnas,
ni tus sueltos cabellos tendidos en mi rostro.
Ya no puedes dormir junto a mi lecho.
Pero el dos de noviembre, compañera,
me verás con ramo de violetas
curiosear en tus días
como un breve recuerdo a tu pasado.
1918 - 1988
(chileno)
TACITURNO SOMBRERO DE NEBLINA
Solucionando,
viendo y murmurando
lo que suelo abarcar en mis miradas,
solo y junto a la espera de unos pasos
temblorosos,
yo, aquí,
con mi negro sombrero ciudadano,
con mi boca roída de malezas
y este andar ya doblado de cansancio,
permanezco absoluto,
indefinido,
sin tratar de abatir interiormente
este hueco maldito que circulo
y desvela de pronto mi destierro.
Yo no sé cómo pude alcanzar esta tiniebla,
como pude girar y remontarme,
no espantar mi desidia,
contemplar a mi asombro primero,
orgulloso,
y rodar desde mi leve oscilación
desvencijada,
hasta dar en el diario rumiar de tanta cosa
que me hastía.
Y yo, aquí,
en la torpe quietud de los que saben
lo que esperan,
con mi duro perfil apasionado por lo nuevo,
me diluyo al rumor de lo yacente;
y este viejo sombrero de neblina
es el muro que nace entre la obscura,
taciturna tristeza del olvido.
DEVOCIÒN DE LA NIEBLA
En las noches tan largas y serenas,
cuando miro mi cuerpo solitario,
te recuerdo en mi alcoba, compañera.
Compañera del humo, compañera del vino,
camarada de diurnas soledades,
te inclinabas delante de mi sombra
y mezclabas tu aliento con el mío
repitendo mis húmedas palabras.
Tú limpiabas el piso, los cristales,
y espantabas las negras telarañas,
y hundías la cama, despaciosa,
y esperabas las doce de la noche
con los ojos abiertos en los míos.
Cuando el alba llegaba,
recubrías mi cuerpo destapado
y en silencio salías de mi pieza,
presintiendo la última mirada.
¡Compañera del día, compañera del alba
y de la noche,
compañera del sueño y de la lluvia;
camarada de tantas amarguras!
Ya no quedan de ti las despedidas,
ya no están en mi alcoba tus vestidos,
ni los torvos zapatos, ni tus medias nocturnas,
ni tus sueltos cabellos tendidos en mi rostro.
Ya no puedes dormir junto a mi lecho.
Pero el dos de noviembre, compañera,
me verás con ramo de violetas
curiosear en tus días
como un breve recuerdo a tu pasado.
domingo, 17 de febrero de 2013
LOLI FERNÄNDEZ
LOLI FERNÄNDEZ
(española)
MARIPOSA DE NOCHE
Al alba, tímidos los rayos
buscan un alma
con perfil de mariposa.
¡¡He aquí!!
Como ayer
busca en el cielo
si la luna
dejó algún mensaje.
Con brillo y fe
vuela,
prendida a sus alas de sueños,
quebrantada
por miradas que aniquilan…
Ingratos modelistas que centellean
apedreando ilusiones
cincelando con falsas sonrisas
la pura realidad.
Inocente alevilla ultrajada
con tacto de raso
alas de tornasol,
tallada tu transparencia
nunca dejas de sentir
la libertad que ofrece,
ser mariposa de noche…
(española)
MARIPOSA DE NOCHE
Al alba, tímidos los rayos
buscan un alma
con perfil de mariposa.
¡¡He aquí!!
Como ayer
busca en el cielo
si la luna
dejó algún mensaje.
Con brillo y fe
vuela,
prendida a sus alas de sueños,
quebrantada
por miradas que aniquilan…
Ingratos modelistas que centellean
apedreando ilusiones
cincelando con falsas sonrisas
la pura realidad.
Inocente alevilla ultrajada
con tacto de raso
alas de tornasol,
tallada tu transparencia
nunca dejas de sentir
la libertad que ofrece,
ser mariposa de noche…
viernes, 15 de febrero de 2013
SANTOAMOR
SANTOAMOR
1965 -
(argentino)
MI RELIGIÓN
Mi fe es una oscuridad
llena de metáforas
que ponen y quitan el velo
a la noche que tu cubres.
Es un cántaro rústico
que resquebraja tus manos
y tu luz visual.
Tengo miles de formas
en mi imaginación,
hasta tal punto
que me deformo
de tanto amar tu amor.
Mi confianza es
una clásica poesía sin tinta
donde el demonio
se mueve sin paz.
Es una distancia que llega
pero huye de tu boca
por la solemnidad
de tus fronteras.
1965 -
(argentino)
MI RELIGIÓN
Mi fe es una oscuridad
llena de metáforas
que ponen y quitan el velo
a la noche que tu cubres.
Es un cántaro rústico
que resquebraja tus manos
y tu luz visual.
Tengo miles de formas
en mi imaginación,
hasta tal punto
que me deformo
de tanto amar tu amor.
Mi confianza es
una clásica poesía sin tinta
donde el demonio
se mueve sin paz.
Es una distancia que llega
pero huye de tu boca
por la solemnidad
de tus fronteras.
GABRIELA MISTRAL
GABRIELA MISTRAL
1889 - 1957
(chilena)
LOS SONETOS DE LA MUERTE
I
Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acosterá en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerme suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¿porque a ese hondor recóndito la manode ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos...
II
Este largo cansancio se hará mayor un día
y el alma dira al cuerpo que mo quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres contentos de vivir...
Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!
Solo entonces sabrá el por qué no madura
para las honadas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar sin fatiga a dormir.
Se hará luz en la zona de los sinos, oscura:
sabrán que en nuestra alianza signos deastros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...
III
Malas manos tomaron su vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...
Y yo dije al Señor: -Por las sendas mortales
le llevan. ¡Sombra amada que no sabe guiar!
¡Arránca,lo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!
¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le ciegas en flor!
Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a jusgarme, lo comprendes, Señor!
1889 - 1957
(chilena)
LOS SONETOS DE LA MUERTE
I
Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acosterá en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerme suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¿porque a ese hondor recóndito la manode ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos...
II
Este largo cansancio se hará mayor un día
y el alma dira al cuerpo que mo quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres contentos de vivir...
Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!
Solo entonces sabrá el por qué no madura
para las honadas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar sin fatiga a dormir.
Se hará luz en la zona de los sinos, oscura:
sabrán que en nuestra alianza signos deastros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...
III
Malas manos tomaron su vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...
Y yo dije al Señor: -Por las sendas mortales
le llevan. ¡Sombra amada que no sabe guiar!
¡Arránca,lo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!
¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le ciegas en flor!
Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a jusgarme, lo comprendes, Señor!
jueves, 14 de febrero de 2013
PEDRO PRADO
PEDRO PRADO
1886 - 1952
(chileno)
LA VENTANA ENCENDIDA
¿Quién atisba detrás de esa ventana,
que distingo en las noches encendida,
brillando más y más palidecida,
en una espera prolongada y vana?
¿Quién otra vez la encenderá mañana;
a quién aguarda, quién en la perdida,
alma o dolor que así está toda la vida,
alumbra, aún entrada la mañana?
En estilo, llevado en mi vagancia
por los suaves senderos del pasado,
desde la hora primera vespertina,
brillaba esplendorosa en la distancia;
pero como el otoño ya ha llegado,
distingo, apenas, su halo en la neblina.
NOSTALGIA
En grieta angosta de una dura peña,
estrangulada la raíz le cabe
a inmenso y gris y desmayado agave
que en altivo vivir hosco se empeña.
Su espina hiere. y con su gris desddeña
el agua viva y el nidal del ave;
nadie diría que tan solo sabe
de inextinguibles ansias en que sueña.
De ese bravo vivir, oscuro y frío,
aliento yo el amor del hombre fuerte;
un día, como el mástil de un navío,
agave me alzaré cuando despierte;
será mi inmensa flor un desafío
al amor, al destino y a la muerte!
1886 - 1952
(chileno)
LA VENTANA ENCENDIDA
¿Quién atisba detrás de esa ventana,
que distingo en las noches encendida,
brillando más y más palidecida,
en una espera prolongada y vana?
¿Quién otra vez la encenderá mañana;
a quién aguarda, quién en la perdida,
alma o dolor que así está toda la vida,
alumbra, aún entrada la mañana?
En estilo, llevado en mi vagancia
por los suaves senderos del pasado,
desde la hora primera vespertina,
brillaba esplendorosa en la distancia;
pero como el otoño ya ha llegado,
distingo, apenas, su halo en la neblina.
NOSTALGIA
En grieta angosta de una dura peña,
estrangulada la raíz le cabe
a inmenso y gris y desmayado agave
que en altivo vivir hosco se empeña.
Su espina hiere. y con su gris desddeña
el agua viva y el nidal del ave;
nadie diría que tan solo sabe
de inextinguibles ansias en que sueña.
De ese bravo vivir, oscuro y frío,
aliento yo el amor del hombre fuerte;
un día, como el mástil de un navío,
agave me alzaré cuando despierte;
será mi inmensa flor un desafío
al amor, al destino y a la muerte!
GERARDO DIEGO
GERARDO DIEGO
1896 -
(español)
Adentro, más adentro,
hasta encontrar en mí todas las cosas.
Afuera, más afuera,
hasta llegar a ti en todas las cosas.
secreto panteismo.
Mi oración es así.
Tú estás en todo
y todo en mí.
1896 -
(español)
QUISIERA SER CONVEXO
Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto
Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto
ME ESTÁS ENSEÑANDO
Me estás enseñando a amar.
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar,
noche tras día.
La Noche ama al Día, el claro
ama a la Oscura.
Qué amor tan perfecto y tan raro.
Tú mi ventura.
El Día a la Noche alza, besa
sólo un instante.
la Noche al Día -alba, promesa-
beso de amante.
Me estás enseñando a amar.
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar.
Mi alma, vacía
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar,
noche tras día.
La Noche ama al Día, el claro
ama a la Oscura.
Qué amor tan perfecto y tan raro.
Tú mi ventura.
El Día a la Noche alza, besa
sólo un instante.
la Noche al Día -alba, promesa-
beso de amante.
Me estás enseñando a amar.
Yo no sabía.
Amar es no pedir, es dar.
Mi alma, vacía
ADENTRO, MÁS ADENTRO.
Adentro, más adentro,
hasta encontrar en mí todas las cosas.
Afuera, más afuera,
hasta llegar a ti en todas las cosas.
secreto panteismo.
Mi oración es así.
Tú estás en todo
y todo en mí.
+
miércoles, 13 de febrero de 2013
JERÓNIMO LAGOS LISBOA
JERÓNIMO LAGOS LISBOA
1883 -
(chileno)
CROQUIS LUGAREÑO
¡La murga del cierco viene en carretela!
Tras ella, pintados de harina y carmín,
un tonu que el ojo guina a una chicuela
y un polichinela
chispeándole en amplio traje de satín.
Frente a la parroquia y al salir de la misa
recita el pataso romance banal.
La gente se agrupa y estalla la risa
cuando una pirueta del tony matiza
un fracaso de salto mortal.
"¡Taitita, el payaso! -suspira el chiquillo,
hijo y lazarillo
de Bautista, un cielo que toca el violín.
El ciego, en sus brazos, por sobre la gente
levanta al granuja impaciente:
se ríe el chiquillo jubilosamente...
-¡Salta, saltarin!
La alegría ondula como una culebra
por todos los nervios del rapaz.
Bautista
sonrie y le palpa, mientras que se quiebra
el sol en sus ojos sin vista. Bautista
su risa en la risa del pequeño enhebra.
Cruza por su espíritu bruzca llamarada
y pasa un asombro de pétalos rojos
nadando en su nada.
De pronto, en un rapto de alucinación,
se queda mirando la luz por los ojos
del hijo que estrecha sobre su corazón.
1883 -
(chileno)
CROQUIS LUGAREÑO
¡La murga del cierco viene en carretela!
Tras ella, pintados de harina y carmín,
un tonu que el ojo guina a una chicuela
y un polichinela
chispeándole en amplio traje de satín.
Frente a la parroquia y al salir de la misa
recita el pataso romance banal.
La gente se agrupa y estalla la risa
cuando una pirueta del tony matiza
un fracaso de salto mortal.
"¡Taitita, el payaso! -suspira el chiquillo,
hijo y lazarillo
de Bautista, un cielo que toca el violín.
El ciego, en sus brazos, por sobre la gente
levanta al granuja impaciente:
se ríe el chiquillo jubilosamente...
-¡Salta, saltarin!
La alegría ondula como una culebra
por todos los nervios del rapaz.
Bautista
sonrie y le palpa, mientras que se quiebra
el sol en sus ojos sin vista. Bautista
su risa en la risa del pequeño enhebra.
Cruza por su espíritu bruzca llamarada
y pasa un asombro de pétalos rojos
nadando en su nada.
De pronto, en un rapto de alucinación,
se queda mirando la luz por los ojos
del hijo que estrecha sobre su corazón.
martes, 12 de febrero de 2013
ANA ROSA BUSTAMANTE
ANA ROSA BUSTAMANTE
(chilena)
BAJO LA LLUVIA
Le dije bajo la lluvia me encontraré
entre la bruma y el tumulto de mi pubis parchado,
rutila la luna por los páramos donde medito,
allí me desnudo y me enfrío y me hurgo,
lo espero con su sarga de otoños poderosos y flores
carcomidas que aún me encienden
entrelazadas a mi cintura generosa.
Le dije aquí me nacen las cintas al vuelo
y mis talones se entierran en el lodo,
majestuosa es mi vocación de adorarte como a un yeso
que lagrimea
bajo la lluvia,
el plácido jornal entre mis piernas que lavo en un lago
el cráter cerrado,
mi fuego respira la noche
y yo reverencio a tu ausencia
como armonía es tu boca que va lamiendo mi surcos.
La luz vaga entre las sombras y el agua se anida en la urdimbre
celosa de la tierra,
así lo espero bajo esa lluvia y el vaivén de las horas,
renueva la voracidad de mi cuerpo aunque este canto brinque
los abismos hospitalarios
hurgándome el viso duro de mi pezón,
aún espero,
el mundo arma su espectáculo y sangra por los polos,
que venga con su desnudo desparpajo de olvidar la sorna de algunos,
calla como siempre en las nieblas y la verde vera,
allí vacilo la divina hoguera que hace siglos me quemó.
Apacíguame feroz
bajo la lluvia,
la luna que no luce blancura se encela
voraz acércate a ella y la extingues
que yo aplacaré las guerras en nuestras bocas cuando
hayas encallado manso y dulce el arca
que nos guardará de las hordas.
(chilena)
BAJO LA LLUVIA
Le dije bajo la lluvia me encontraré
entre la bruma y el tumulto de mi pubis parchado,
rutila la luna por los páramos donde medito,
allí me desnudo y me enfrío y me hurgo,
lo espero con su sarga de otoños poderosos y flores
carcomidas que aún me encienden
entrelazadas a mi cintura generosa.
Le dije aquí me nacen las cintas al vuelo
y mis talones se entierran en el lodo,
majestuosa es mi vocación de adorarte como a un yeso
que lagrimea
bajo la lluvia,
el plácido jornal entre mis piernas que lavo en un lago
el cráter cerrado,
mi fuego respira la noche
y yo reverencio a tu ausencia
como armonía es tu boca que va lamiendo mi surcos.
La luz vaga entre las sombras y el agua se anida en la urdimbre
celosa de la tierra,
así lo espero bajo esa lluvia y el vaivén de las horas,
renueva la voracidad de mi cuerpo aunque este canto brinque
los abismos hospitalarios
hurgándome el viso duro de mi pezón,
aún espero,
el mundo arma su espectáculo y sangra por los polos,
que venga con su desnudo desparpajo de olvidar la sorna de algunos,
calla como siempre en las nieblas y la verde vera,
allí vacilo la divina hoguera que hace siglos me quemó.
Apacíguame feroz
bajo la lluvia,
la luna que no luce blancura se encela
voraz acércate a ella y la extingues
que yo aplacaré las guerras en nuestras bocas cuando
hayas encallado manso y dulce el arca
que nos guardará de las hordas.
domingo, 10 de febrero de 2013
ANGELA FIGUERA
ANGELA FIGUERA
!902 -
(española)
ALAMO
Sobre tu liso tronco, bien ceñida
al circulo gentil de tu cintura,
álamo, me estaré. Deja que pegue
mi carne sin raíces a tu cuerpo
quieto y callado, vivo sin latido.
Toma para tus venas de este zumo
caliento y agitado de mi sangre.
Que corra en ti, que baje a tu raigambre
recia y profunda... En otra primavera,
yo brotaré en tus hojas, Por el viento
habrá un temblor de mi cuando te muevas.
ANTONIO MACHADO
I
Me fui con tu libro allí,
y luego no hacía falta;
todos tus versos, Antonio,
el Duero me los cantaba.
Siempre los canta.
II
Yo estaba quieta, contemplando el río,
el Duero, turbio y raudo
por las pasadas lluvias,
donde bogaban juncos desgajados...
Miraba, bajo un cielo desteñido,
el dulce cabeceo de los álamos,
los pino rechinantes de las chicharras,
las flores amarillas de los cardos
con u temblor de mariposas blancas.
En el sereno ambiente, un son lejano
trémulas esquilas... Quedamente,
tu sombra vino y se sentó a mi lado.
!902 -
(española)
ALAMO
Sobre tu liso tronco, bien ceñida
al circulo gentil de tu cintura,
álamo, me estaré. Deja que pegue
mi carne sin raíces a tu cuerpo
quieto y callado, vivo sin latido.
Toma para tus venas de este zumo
caliento y agitado de mi sangre.
Que corra en ti, que baje a tu raigambre
recia y profunda... En otra primavera,
yo brotaré en tus hojas, Por el viento
habrá un temblor de mi cuando te muevas.
ANTONIO MACHADO
I
Me fui con tu libro allí,
y luego no hacía falta;
todos tus versos, Antonio,
el Duero me los cantaba.
Siempre los canta.
II
Yo estaba quieta, contemplando el río,
el Duero, turbio y raudo
por las pasadas lluvias,
donde bogaban juncos desgajados...
Miraba, bajo un cielo desteñido,
el dulce cabeceo de los álamos,
los pino rechinantes de las chicharras,
las flores amarillas de los cardos
con u temblor de mariposas blancas.
En el sereno ambiente, un son lejano
trémulas esquilas... Quedamente,
tu sombra vino y se sentó a mi lado.
jueves, 7 de febrero de 2013
WALT WHITMAN
WALT WHITMAN
1819 - 1892
(estadounidense)
CANTO DE MI MISMO
18
Llego fortalecido por la música, con mis cometas y mis tambores
no solo ejecuto marchas para los reconocidos victoriosos, ejecuto
marchas para los sojuzgados y para las personas asesinadas.
¿Sabías que es bueno ganar la jornada?
También digo que bueno es caer: las batallas se pierden
con el mismo espíritu con que se ganan.
Redoblo y aplaudo por los muertos, soplo con mis instrumentos
de viento mi canción más fuerte y alegre en honor de ello.
¡Vivas para los vencidos!
¡Y para aquellos cuyos buques de guerra se han hundido en el mar!
¡Y para aquellos que se han hundido en el mar por sí!
¡Y para cuantos generales perdieron contiendas y todos los ´héroes derrotados!
¡Y los innumerables héroes sin nombre iguales a los más grandes héroes conocidos!
27
¿Qué significa existir en una forma?
(Damos vueltas y vueltas, todos nosotros, para volver siempre al mismo sitio)desarrollara
Si nada se desarrollara más allá que la almeja en su concha dura. ya bastaría.
Mi ser no es una concha dura.
Poseo instantáneos conductores por todo mi cuerpo que reaccionan
cuando me muevo o reposo.has amado alguna vez el cuerpo de una mujer?
Se apoderan de cada objeto y lo llevan inofensivamente por todo mi ser.
Me basta con agitar, presionar y palpar con los dedos para ser feliz-
Tocar un cuerpo ajeno con el mío es casi lo más que capaz resistir.
8
El cuerpo de una mujer en subasta pública.
Tampoco ella es solamente ella. Es la fecunda madre de las madres;
es quien lleva en su seno a aquella que crecerán y se acoplarán a madres.
¿Has amado alguna vez el cuerpo de una mujer?
¿Has amado alguna vez el cuerpo de un hombre?
¿No ves que estos son exactamente iguales a los de todos en todas
las naciones y tiempos en toda la tierra?
Si algo es sagrado, el cuerpo humano es sagrado.
Y la gloria y dulzor de un hombre es emblema de la virilidad intachable.
Y en hombre o mujer, un cuerpo limpio, fuerte y de fibras firmes,
es más hermoso que el más hermoso rostro.
¿Has visto al insensato que profanó su propio cuerpo viviente?
¡O a la insensata que profanó su propio cuerpo viviente?
Pues no se esconden y no pueden esconderse.
1819 - 1892
(estadounidense)
CANTO DE MI MISMO
18
Llego fortalecido por la música, con mis cometas y mis tambores
no solo ejecuto marchas para los reconocidos victoriosos, ejecuto
marchas para los sojuzgados y para las personas asesinadas.
¿Sabías que es bueno ganar la jornada?
También digo que bueno es caer: las batallas se pierden
con el mismo espíritu con que se ganan.
Redoblo y aplaudo por los muertos, soplo con mis instrumentos
de viento mi canción más fuerte y alegre en honor de ello.
¡Vivas para los vencidos!
¡Y para aquellos cuyos buques de guerra se han hundido en el mar!
¡Y para aquellos que se han hundido en el mar por sí!
¡Y para cuantos generales perdieron contiendas y todos los ´héroes derrotados!
¡Y los innumerables héroes sin nombre iguales a los más grandes héroes conocidos!
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¿Qué significa existir en una forma?
(Damos vueltas y vueltas, todos nosotros, para volver siempre al mismo sitio)desarrollara
Si nada se desarrollara más allá que la almeja en su concha dura. ya bastaría.
Mi ser no es una concha dura.
Poseo instantáneos conductores por todo mi cuerpo que reaccionan
cuando me muevo o reposo.has amado alguna vez el cuerpo de una mujer?
Se apoderan de cada objeto y lo llevan inofensivamente por todo mi ser.
Me basta con agitar, presionar y palpar con los dedos para ser feliz-
Tocar un cuerpo ajeno con el mío es casi lo más que capaz resistir.
8
El cuerpo de una mujer en subasta pública.
Tampoco ella es solamente ella. Es la fecunda madre de las madres;
es quien lleva en su seno a aquella que crecerán y se acoplarán a madres.
¿Has amado alguna vez el cuerpo de una mujer?
¿Has amado alguna vez el cuerpo de un hombre?
¿No ves que estos son exactamente iguales a los de todos en todas
las naciones y tiempos en toda la tierra?
Si algo es sagrado, el cuerpo humano es sagrado.
Y la gloria y dulzor de un hombre es emblema de la virilidad intachable.
Y en hombre o mujer, un cuerpo limpio, fuerte y de fibras firmes,
es más hermoso que el más hermoso rostro.
¿Has visto al insensato que profanó su propio cuerpo viviente?
¡O a la insensata que profanó su propio cuerpo viviente?
Pues no se esconden y no pueden esconderse.
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