martes, 30 de abril de 2013

MARÍA ROSA CARRASCO PEÑA

MARÍA ROSA CARRASCO PEÑA
1928 -
(chilena)

PIEDRAS MULTICOLORES

En la mesa de noche cuarteada por los años
Guardo el tesoro más preciado de mi infancia:
Mis piedras multiformes
Un cántaro de cristal antiguo
Permite al agua juguetear con ellas sin recelo
Burbujeantes sus brazos y su alma
Las escudriño consigilo
Esperanzada de aprisionarlas
En la suavidad de las ondas que mecen las orillas
Y las arenas que guardan el silencio del sol
Junto al maquillaje de los surcos de todos los veranos
O en las caminatas por los empedrados de mi pueblo
Siempre, siempre mis manos acopian guijarros
Que sugieren historias nunca vistas
Unen sus sueños a otros sueños,
Inundan de ternura la energía y la razón.
Me acerco a ese cántaro
Y en un revolotear de bruma
Vacío uno a uno mis tesoros
Por la noche una hendidura de luz
Enciende mi vasija de tantos años.
Las sombras se agitan, las piedras se transforman
Sus latidos golpean esta fantasía
Su corazón y el mío se agitan por el aire
Dejando tras sí solo el silencio
Todo vive de nuevo en el recuerdo.

DESDE LA VENTANA

Las miradas de la tarde
Madrugan sobre los tejados
Colmados de acertijos
La noche y su vuelo
Se matizan de fantasías
Diseñando rasgos en la vastedad
De improviso
El firmamento extiende su vestidura
Llevándonos al encuentro de las sombras
Adormecida emoción
Crece incontenible
Desvelando sentimientos dormidos
Un abrazo sin orillas
Se proyecta desde nuestro pensamiento
Hacia la profundidad
El amor
Viste con espero su traje marítimo
Camina hacia el paraíso
Proyectado en los cristales de la niebla.

CARMEN DÍAZ ARRIAGADA

CARMEN DÍAZ ARRIAGADA
(1930 - 2004
(chilena)


LÍNEA

Largo el camino
por la línea central
de la carretera.

Detrás de los montes
sembrados con densos pinares
reposa calmo el mar.
Mañana recorreré ansiosa
las extensas playas,
hundiré mis pies descalzos
en blandas arenas.
Iré enrollando
el hilo de mi destino
de la última esperanza
que me anima.
Limpio el vidrio del bus,
y puedo ver la luna
perdiéndose entre nubes.

ANTESALA

Extática contemplo
pájaros al borde de la cama,
sedientos de mi sangre
y de mi alma.

Rechazo sudarios
de plumas y graznidos,
a cambio de sudor
de vino tinto hervido.

Ventanas y puertas cerradas.
Pupilas interrogantes
colgadas a un reloj.

Cambia el semáforo
y cruzo con luz verde,
a vivir nuevamente
con días y noches a cuestas.

lunes, 29 de abril de 2013

MARIA EUGENIA MORGADO

MARIA EUGENIA MORGADO
1960 -
(chilena)

LETANÍA

Bebo el infinito de la noche,
delineo sus formas
con mis dedos húmedos,
una noche que tuve
y lloró con los años.

Castigo las paredes,
construyo un oasis
para dormir en tu boca.

Petrifico la tristeza
para no tocarla
y no es la sombra
sino la bruma que rodea mis ojos.

La lluvia me abraza
como empapando el silencio.

sábado, 27 de abril de 2013

MARIA URZÚA

MARÍA URZÚA
1916 -
(chilena)

LLAMADO DE LA MATERIA

I
Y las cosas tan cerca de mis cinco sentidos
que al tocarlas, su entrega de mieses sometidas
ahonda el aire que recorren mis arterias.
Tan cerca que me ciega su alegría tan sencilla,
su dorado silencio, su vigor esencial.

El llamado imperioso de sus voces
se atraviesa en los pasos secretos de mi sangre,
en doble marejada, vienen ondas
de armonía y silencio, de misterio y de luz.

Y todo está presente bajo un azul de estrellas,
liberado de amarras y escollos,
vibrando su materia en terrestre cadencia
que determinan, con un sonido grave, sus campanas.

Y yo leo la hierba en la pradera,
que purifica y limpia con su nueva inocencia,
y el parpadeo de los barcos en los muelles,
y el rocío, perlando una rosa de nácar,
y las alas que ascienden, seguras de sí mismas,
del símbolo al espacio.

II

Y las cosas se envuelven en su propio volumen,
su color y su aire, su rumor y su luz.
Se aíslan y penetran en su propio destino,
desde el borde hacia el centro.
Huyen hacia su sangre.
Se sumergen en lenta lluvia de soledad.

Pero su lluvia cae, funde, persiste en mi simiente,
y su canto y su sangre
en mi sangre y mi canto.
La vida de las cosas se vuelca hacia la vida
y respiro con ellas. Germino y permanezco.

Brillan dentro de mí. Almacenan mi llama
y me dan su existencia.
Y fluyen los aromas de la tierra,
y hondas canciones sin palabras,
entre el calor de todas las maderas.
Mi soledad se puebla de voces y misterios.

III

Enlazada al principio de las cosas,
unida al infinito murmullo de las ramas,
hoy llevo la alegría de la espiga
y la luz de las lámparas del agua.

Ya los rieles que van al horizonte
no me tienen la angustia de sus manos.
Tengo bajo los párpados
el sol de pleno día que calienta las piedras,
y la sana limpieza de la carne.

Y hay, más allá del hueco de mis palmas,solo una secreta y sencilla confianza.
Y se van las palabras, volando a los destinos,
sin temor a futuros ni a distancias.

miércoles, 17 de abril de 2013

CLAUDIA VALERIA

CLAUDIA VALERIA
1972 -
(chilena)

FOTOGRAFÍA VIEJA

Me cuidó la niña de la foto vieja
suspendida en los grises
sin arrugas en el retrato
Apaisada me cuidó
limpiando la lente empañada de llanto
vuelta negativo de amargas ausencias
Me cuido la niña de una foto vieja
conservada en los tonos
sin edades dentro del marco
En panorámica me cuidó
acercando la imagen pensada en detalle
vuelta dulce obturador de la inocencia

CUARTO OSCURO

Noche brumal en ciernes
cae estrujando las últimas luces
el mundo se vuelve sepia
hilanza fina de farolas reticentes
árboles cabizbajos resignados perlan sus ramas
hasta las cavidades invisibles
se escarchan las grietas del camino
la hora del bromuro de plata y la imagen latente
la profundidad pierde simetría en lo argentado
se desgastan los tonos
se deslavan
el mundo se ha vuelto una fotografía velada

viernes, 5 de abril de 2013

RAFAEL MONTESINOS

RAFAEL MONTESINOS
1920 -
(español)

LA ADOLESCENCIA

Mi adolescencia está por esos campos
soñando que es eterna.
¡El olivar aquel, la casa en medio,
y al aire la palmera,
contándole en sus nudos, una a una,
a Dios, las primaveras!
-Amante o  novia mía, eternamente
mi corazón te lleva-,
La última luz del sol se iba quedando
en los olivos muerta,
los pies se hundían en los surcos hondos
abiertos en la tierra.
Mi corazón soñaba que era el mundo
una granada abierta,
pero Dios no lo quiso, abrió mis ojos.
El corazón regresa,
peregrino mortal, al pecho mío,
herido y sin defensa.

(Por un  camino ancho de olivares
se va a mi adolescencia.)

CASI UNA DESPEDIDA

Te quise hacer con mi melancolía,
con mis besos y con mi sangre.
Luché contra tu alma fría y dura.
Ya no me queda sino el recordarte.

Vagaba un aire frío por tus ojos
y una brisa serena por la tarde.
Te di mi amor quizá porque aquel día
la primavera andaba entre los árboles.

Por hombre, por mortal y por poeta
amo las cosas que se lleva el aire.
Sueño tus ojos verdes, niña, sueño
tu beso que se abría en dos mitades.

Te amaré con mi olvido. Adiós. Me aguardan
otras nuevas mentiras. Tú no sabes
lo que duele vivir. Pero yo canto
como el que espera que el amor le salve.

HOMENAJE PARA MI CENTENARIO

Cuando los aviones estén en las cavernas,
pintados como aves prehistóricas e inútiles;
cuando la luna sea tan solo un merendero
con orquestas y barmans y parejas de novios;
cuando la gente lleve la "radio" en un anillo,
y pueda ver el cine en tarjetas postales,
el año dos mil veinte de la Era de Cristo,
amigo mío, entonces será mi centenario.

Un escultor muy, serio, dirá que es Montesinos
ese muñeco blanco, de rasgos desiguales,
y yo estaré cansado de tantas primaveras,
de tanto sol y tantas escenas que habré visto
en aquel banco oculto frente a mi monumento.

Vendrán otros poetas a recitarme versos
(¡Dios mío!, cuántas veces leeré por no aburrirme:
"Prohibido bajo multa pisar sobre el césped"),
y yo tendré un hastío mortal en mármol puro.



MANOLY NARANJO

MANOLY NARANJO
1968 .
(española)


A ti que has sido el analgésico a mi dolor,
tu voz es melodía de un ruiseñor,
y tus pupilas llevan el brillo del sol,
Al mirarme he sentido el amor...,
que guardas en tu corazón y
la grandeza de tu alma.

A ti...,

Has echo sentirme feliz
pese a la congoja que me
acompaña Día a día y
asumir con
valentía la senda
que me ha deparado
la vida.

A ti...,
que no hallo
palabras más hermosas
que las plasmadas aquí .
Quiero mostrarte mi gratitud
con estos versos:
hay miles de personas en el mundo
-ciertamente-,
como tú no encontré ninguna.

miércoles, 3 de abril de 2013

ALFREDO LAVERGNE

ALFREDO LAVERGNE
1951 -
(chileno)


Sin poesía la humanidad agoniza
Al cabo de un tiempo
El pasado sumiso gira sin morder la cola
El espino se corona de cuarzo de sien
Los relámpagos de tejidos mudos
Las hojas son aire que se estremece
El espanto quiebra el báculo de la huella
Las patas de conejos raspan espejos
El trópico pierde en sus mandíbulas
Los frutos arrastran el tronco al monte
Cenan las piedras en el pozo de los niños
Las uñas de las plumas hacen cortacircuito
El arco del verbo pasa por el filo del clavel
Las bocas piden un bien a los traspiés
Las guaridas entregan los ríos perdidos
Los colores gimen en los polos
El bostezo cava la sed en la iguana
El celo galopa en el sol.

Se cumple la profecía de las 9.01 horas.

Sin poesía, la humanidad agoniza.
Primero mueren los poetas.
Tardíos y solitarios
los dioses se echan al hombro
las máscaras.

Sin poesía,
la humanidad agoniza
y la mujer que amamos da a luz otro amor.
El destino del Arte.
Sobre su caballo venía en una pata.
Ya ejercitaba la vitalidad del hecho creado.
Luego fue el temblor, el crepúsculo y hoy los acantilados.
No lo duden,
fueron naturales obstáculos
y la disciplina arbitraria del hombre.
Si les parece que comenzó con el instinto,
no olviden que aprendió a criticar
En las calles
En los particulares trece o equis charcos del criollismo
En los nuevos éxtasis del tránsito de los cerebristas
En la fragilidad del doble palpitar de las esquinas
En la tranquilidad que se anudan las sombras
En el sosiego que acecha en la materia
En la tregua que se funde en la vereda
En el armisticio que acentúa la niebla
En la pluma flotando en la poza
En los postes clavados al cielo
En los grillos que atraviesan
En su pecho de adoquines
En los neones que cambian de rostro
En los silbidos que penetran al sésamo
En los matorrales que se echan en el césped
En la cintura visible de la versión de los periódicos.
Así,
el arte se presentó
a las estrellas que tumbaron el hacha de las cigüeñas
y allí encontró un punto, un cabo, una realidad lejana
entre sitios eriazos y rodillas afaroladas.
Así,
se forzó lentamente el proceso artístico de América
Por caminos que son hilos que toman el pulso
Por rutas que sacuden la rodaja de la distancia
Por senderos que rumorean viejas heridas
Por los accesos al beneficio propio
Por el sueño adiestrado por el miedo
Por las formas o los garfios de la moneda.
Sus viajes
Estas imágenes Estas apariencias Estas estructuras.
Y murmuran,
que todo ocurrió
recordando al antiguo ser coloreado de fantasía,
en el equipo que ama al maestro,
o en los escaparates de revistas sin puerta de escape.

LA MUCHACHA CORDILLERA

Allá   Al fondo del paisaje   Sumergida
Es desamor   Es muro

Acá papel blanco para infinitas explosiones
Espuma de lugar de cielo
Paradero de nieblas
Roca que se viste de diluvio
Ríos que aspiran elevaciones
Desfile de elefantes que no existen
Barricada descolgada de la rima.

Todo lo que eres y a veces besas
historias de pasos y otras escapadas.

Poema paterno   Poema materno
Pero son saltos perpetuos de loca
serpiente con orilla humana.

Cordillera por libros
que saben qué pasa con los árboles
y Juventudes del Mundo.

La luna gana desde su espalda
a la procesión de estrellas
que guarda en el techo.

Ayer de minutos   Ayer de tarde
Cajón del fin del tirano

A lo largo de sus despertares   No comprende
por qué nos alejamos del mar.


martes, 2 de abril de 2013

GLORIA GONZÁLEZ MELGAREJO


GLORIA GONZÁLEZ MELGAREJO 
(chilena)

ANIVERSARIO

Tarde de sombra,
agujero lleno de voces muertas.

Cansancio negro de los boldos
que vienen a morirse
al otro lado de las puertas.

Lejos la tordería
se pierde en pajares de silencio.
Renace un vino oculto en el asfalto
y vuela una paloma
hacia los astros rojos.

Tengo cien años
de ir mascando este llanto,
y abiertas las caderas
a un misterio de himnos derruidos.
Pero se me ha quedado el eco
en la calle, ahogado y amarillo.

Babdera del siglo,
se me dispara en fuego
el grito de la especie.
Mientras, bajo la tarde,
se abre una llaga,
una sombra, una campana negra.

ABEJAS

Desde que pudo mirar el aire,
y maravillarme en la antigua
arquitectura de las abejas,
tengo el pulso alunicado
como el mundo.

Desde que vi sus vuelos mágicos
bajo el sol ardoroso,
estacionado en el circulo
de las últimas flores,
quise entrar a la universidad
de las abejas.

Vi sus reflejos,
sus caminos
dorados,
la prendida dulzura
de sus panales.

Escuché cara al viento
su música amarilla,
me fui al aire,
abrí la puerta
y m dormí en la luz...

Desde entonces esta alegría...
Desde que vi las abejas.